domingo, 4 de febrero de 2018

la vecina prostituta

El otro día (bueno, hace muchas semanas) estuve cenando con unos amigos y alguien contó que en el bloque había una casa "de citas". Que habían puesto una cámara y todo en el portal para ver quién entraba y todo eso, en plan intimidatorio. A ver... quien más, quien menos, ha tenido la experiencia o conoce a alguien que en su portal... Pues... Eso. 

Así que intervine yo en la conversación, para hacer mi humilde aportación. Porque cuando yo vivía en Barcelona, estaba en un décimo piso (¡oh, qué alto!) pero es que había un décimo primer piso donde habitaba... ¡lo has adivinado! Lo que viene siendo una prostituta. 

La verdad es que el edificio era muy grande, con muchas puertas, y lo cierto es que el que hubiera una señora puta pues... la verdad es que no se notaba demasiado (o nada) en cuanto a trasiego del personal. Había dos ascensores, así que no había mucho problema. Pero sí que cuando ibas al baño... se oía todo. Y ahí estaba la gracia. Había momentos en que uno hacía una señal y rápidamente todos los compañeros de piso nos agolpábamos encima del váter —real— para escuchar algunas conversaciones que eran completamente ridículas, y nos moríamos de risa. Intentábamos controlar la risotada, porque no queríamos perder ripio de algunas conversaciones que son históricas y las guardamos aún en nuestra memoria. 

Después seguimos hablando del tema... Que si mucho trasiego había por la tarde, por la mañana, por la noche... La cuestión es que dije que buscaría para el blog algo para ilustrar esta conversación, porque estuvimos una hora divagando sobre mil temas relacionados. ¿Qué hacer si en la comunidad ocurre esto? ¿Qué pasaría si te enteras de que tu vecina de toda la vida resulta que abre su casa para el personal todo pinocho? ¿Y qué ocurre si estáis puerta con puerta? Mil historias de este tipo, que nos llevaron irremediablemente al único tema realmente trascendente y de imporancia real en España: Las vecinas de Valencia

Pero bueno, para no andarme demasiado por las ramas, voy al radiochip de hoy. En el "¡Ya te Digo!" de Europa FM (el despertador que tuvieron antes de Cárdenas, y que en ese momento presentaba José Miguel Cruz), en el que llamaron a una chica de una comunidad que venía dedicándose al oficio más viejo del mundo (¡qué topicazo!, ¿no?) Y ya sé que la veracidad de una llamada radiofónica de despertador matutino es muy limitada y cercana a la nulidad. Pero... fue graciosa. Radiochip prostituto: 



Pues muy moderna ella, que llevaba agenda electrónica. Lo mejor es lo de "yo me voy a poner luces, pero en el coño", y también lo de que el del segundo y tercero iban, y que uno le debía dinero. A ver... ya sabemos lo de la credibilidad de estas cosas. Olé al guionista, porque mira, le quedó curioso. Y si hubiera sido cierto... pues más divertido de imaginar aún.

Supongo que no entiendes que haya puesto unas naranjas como imagen. Es que lo más fuerte es que una compañera de trabajo decía que en la carretera de Tarragona había muchas chicas que debían de ser "vendedoras de naranjas o algo". Nuestra cara al escuchar eso era un poema. No eran vendedoras de naranjas, no. 

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