martes, 6 de abril de 2010

las Antenas de Oro: the jaimitada

Nunca hay que rechazar los premios o hacerles de menos cuando los dan, porque al fin y al cabo es el reconocimiento a un trabajo. Pero claro, no es lo mismo que te den un Óscar que un Globo de Oro, que un Goya o un reconocimiento en la gaceta parroquial del barrio. Todos son premios, pero con distinto prestigio.

La cuestión es que desde hace años voy observando que las Antenas de Oro se están convirtiendo en un poco jaimitada. O sea, que al final esto se convierte en premiar a uno de la SER, uno de la COPE, uno de Onda Cero, otro de Punto Radio... que todos se queden contentos con su premio, para ser amigos todos, que no digan que se lo han llevado todos los de la SER, o que el jurado son amiguetes de la COPE y cosas así.

Con lo cual, a mi juicio, ganar una Antena de Oro es cuestión de tiempo. Llega un momento en el que el reconocimiento "te toca". A veces antes y a veces después. Así que no tiene demasiado mérito. Por ejemplo, vamos a repasar los premios de este año:

Àngels Barceló (SER)
Javier González-Ferrari (Onda Cero)
Juan Pablo Colmenarejo (COPE)
Nieves Concostrina (RNE)
Félix Madero (Punto Radio)
Eduardo García Serrano (Radio Inter)

Hala, todos contentos. ¿Le habrían dado el premio a Colmenarejo si hubiera estado en Onda Cero? No. O a Ferrari o a Colmenarejo. Amiguitos todos. Eduardo García Serrano digamos, además, que de neutral y objetivo tiene leches. Pero claro, a alguien de Intereconomía tenían que premiar.

Recuerdo además la entrega de Antenas de Oro de 2007. El Micrófono de Oro iba para Federico Jiménez Losantos. La entrega de premios, en Ponferrada. Presentadores: Luis del Olmo y Reyes Monforte. ¡Qué tensión! En el siguiente radiochip, cuando en La Ventana, con Gemma Nierga, Luis del Olmo hablaba sobre Federico... Radiochip tensogluteal:


La guerra estaba en las ondas. Y Federico, muy lejos de azuzar más el fuego, lanzó un discurso conciliador con Luis del Olmo, diciendo poco menos que mucho de lo que es en la radio se lo debía a él, bla bla bla. Le intentó dar la mano, durante todo el discurso del Olmo tenía una cara de "qué situación tan mala", y sin levantar la mirada ni verle los ojos a Federico le dio la mano de una manera forzadísima (momento de la foto) y le vino a decir después que no estaba de acuerdo en casi nada con él. Quitando ese año, el resto de la historia de estos premios es un coñazo bastante importante. ¿Nos imaginaríamos unos Óscar en los que se llevara un premio cada una de las películas más grandes de cada productora? Pues eso.

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