lunes, 12 de octubre de 2009

si amanece...


"Hola, ¿qué tal? ¿Cómo están? ¿Cómo estáis? Muy buenas noches... Bienvenidos... Bienvenidas... Y felices madrugadas de radio".
Gracias a este programa me enganché a la radio. Un verano calurosísimo en que no podía dormir, tumbado en la cama, aburrido y a punto de llenar mis sábanas de cubitos de hielo, me dio por encender ese aparato que tenía esos números rojos y que cada minuto que pasa te recuerdan que no estás durmiendo. Apareció Roberto Sánchez, que se pegó todo ese verano haciendo un programa que iba desde el larguero en directo (a la una) hasta el larguero grabado (a las 4.30 h.)

Dos horas de "pídannos lo imposible" (o lo que le llama todo el mundo: "el preguntas y respuestas", he aquí el radiochip) y una segunda parte de... cada día cambiaba. Yo flipaba con "la noche de los detectives". Y sigo enganchado. Más tarde descubrí que el nombre del programa no era de Roberto, que venía de un programa anterior hecho por Marta Robles (no sé en qué consistió ni qué tal era el programa que ella hacía, pero me alegro de que lo dejara). Me enteré de que Roberto sustituía un tramo horario de 1 a 3 h. que pertenecía al "Hablar por Hablar". Me enteré que sólo podría oír el programa en verano caluroso o noches de insomnio. Una pena.

El programa siempre ha mantenido el espíritu, aunque ha ido cambiado con el tiempo. En el verano de 1997, Roberto y su equipo (Gregorio Benítez, Bea Rodríguez) sustituyeron a Sardá justo antes de que Gemma Nierga se hiciera con La Ventana. Recuerdo aquella Ventana del Verano como una de las mejores de la historia. Y aunque me fastidiaba la ausencia del "si amanece" nocturno, apareció Manuel Acedo en el programa. Hicieron del viernes nocturno radiofónico un sacrilegio santo (toma denominación absurda); el sacrilegio, cargarse el programa tal y como era las noches de los viernes. Lo santo, el mantener a Acedo con aquel espacio llamado "La Tapadera", y que luego sería lo que sería el contenedor de la segunda hora del programa a diario. Lástima que se la cargaran como tal. "La tapadera, tal y como la conocemos... desparece" fueron las palabras que dijo Roberto ante mi asombro.

Porque el programa cambió de horario: de 3 a 4.30 h. pasó a hacerse de 4 a 6 h. Una primera hora del programa tal y como se le conocía y una semana en la que el programa casi es un despertador. Y desde entonces, la segunda hora es la que más ha cambiado. Acedo se fue (ahora es el director del ¡ya te digo! de Europa FM), vinieron los de "El Rosario de la Aurora" (que estaban antes en M80 de 6 a 7 h.) y actualmente están Marc Guaita y David Muñoz... Gente que estuvo, por cierto, en aquel mítico "¡Ya te digo!" ¿Se notan las conexiones barcelonesas?

Siempre espero que el EGM les de bien a Roberto, Gregorio y María José, porque eso siempre asegurará que el programa continúa. Normalmente suelen tener más de 150.000 oyentes, y en su franja horario se comen la mitad del "share". También espero que no les dé por volver a la televisión (¿alguien se acuerda de "En el candelabro"?) No porque el programa fuera regulero -que lo era-, sino porque nos privaba a todos de poder tener, en esas horribles noches de insomnio, un programa que nos hace tener ganas de que éste sea crónico.

1 comentario: